César Manrique II

Os había dejado con la miel en la boca sin terinar el post de César Manrique. Ya estaba muy terminado pero quedaban todavía algunos cabos sueltos de este gran artista.
Estaba describiendo los Jameos del Agua un lugar imprescindible de ver si se visita Lanzarote. Había explicado como los Jameos son tubos volcánicos a los que se les desprende la parte superior dando lugar a cuevas más o menos grandes y en muchos casos con agua del mar.
Después de la construcción de los espacios más exteriores, se siguió investigando lo que quedaba debajo y se encontraron otras grandes grutas que podían habilitarse. En esta obra se tardaron muchos años dado el lugar dónde se encuentran. Primero se abrió la cueva por la que corre agua marina en el fondo. aquí se encuentran los únicos CANGREJOS BLANCOS Y CIEGOS que se conocen en el mundo. son fáciles de ver a simple vista y son mucho más pequeños que cualquier otro cangrejo de mar que yo haya visto hasta ahora.

Años más tarde se terminó construyendo el Auditorio.

La primera foto muestra las butacas y la segunda el escenario. Tiene una sonoridad magnífica, todo se ha cuidado al detalle. En este teatro he visto las obras más novedosas que había circulando por el mundo ¿Increíble? No tanto, es un lugar singular para una representación.
Como curiosidad, cuando la "creme de la creme" de Lanzarote se presentaba a ver una obra lucían sus mejores galas, y ¡las mujeres se vestían con sus abrigos de piel!!! ¡Abrigos de piel en el trópico!, pero claro era el único momento que tenían de lucirlos.
En 1983 diseñó LA VAGUADA, un centro comercial enorme en pleno barrio del Pilar de Madrid.

Vista aérea

Interior del Centro.

Una de las salidas.



Aunque la Vaguada es un centro comercial enorme, con mucho espacio y sobre todo mucha luz interior, para mi gusto, repito, el mío solamente, es la obra más fallida de Manrique, supongo que por estar muy lejos del mar. Lo quiso convertir en un barco con sus velas en el techo del mismo, pero al final no se veía bien cual había sido su intención al hacerlo.

César Manrique murió joven y de una manera tonta en 1992. A los 73 años de edad murió de lo que muchísima gente en Lanzarote, un accidente de tráfico. En Lanzarote se ha tardado mucho en hacer buenas carreteras, y los servicios médicos tardaron demasiado en poder llegar hasta él. Precisamente él, que siempre se quejaba del aumento del parque automovilístico y sus negativas consecuencias y tenia planes para educirlo, no pudo llegar a tiempo de hacer más seguras las carreteras de su isla tan amada.

Seguramente me habré dejado algo, su obra es enorme. Aquí os he dejado simplemente una semblanza de una gran persona.

Hasta pronto.